1.- VIVIR SIN ESTOMAGO : Los inicios
Hola, me llamo Miguel, soy director de un colegio de educación primaria en Sevilla y tengo 61 años, estoy casado y tengo dos hijos y dos nietos que son mi vida y, además, sé que hay mucha gente que me quiere, como los quiero yo a a ellos.
Empiezo este blog sin saber muy bien cómo empezar. El inicio de la entrada lo he modificado varías veces porque es difícil escribir en un marco “cerrado” o claro sobre la gastrectiomía, curiosamente creo que esa es la esencia de nuestra enfermedad: la indefinición previa, la diversidad de casos y la posterior evolución de cada uno de nosotros.
Al final he decidido ir contando “cómo me va”.
En esta primera entrega os cuento mis “inicios”.
En 2013 empecé a tener molestias de estómago: visita al digestivo, endoscopia, y se detecta Helicobacter Pylori y esófago de Barret. Tras tratamiento desaparece bacteria y me citan a revisión anual.
Así he estado hasta 2018 cuando el 13 de agosto en una revisión rutinaria me detectan un pólipo que mandan a biopsia y desgraciadamente se convierte en un adenocarcinoma gastrico, por suerte (también hay que tener suerte en estos momentos) en estadio T1bNoMx, es decir en fase inicial y sin metástasis ni afectación de ganglios. El golpe fue muy duro, durísimo, me quedé helado cuando el médico me lo dijo y, sobre todo, en la consulta del cirujano que me vio en pocos días no me podía creer lo que me decía: !había que extirpar todo el estómago! ¿Se puede vivir sin estómago?
En esos momentos el mundo se te viene abajo, agarras fuerte la mano de tu mujer y la miras con lágrimas en los ojos, ¿por qué a mi?
Desde ese mismo momento sabes que has cruzado una frontera: la de la vida y la muerte, la de la tranquilidad a la intranquilidad, !cuantas preguntas!
En solo tres semanas desde la visita al cirujano fui intervenido. Una fecha que nunca olvidaré: 24 de octubre de 2018; tampoco olvidaré el doctor Salvador Morales, que me operò y al que estoy muy agradecido.
Todo salió perfectamente, la operación durò 4 horas, gastrectomía radical y eliminación de ganglios por laparoscopia, en cinco días a casa.
A partir de aquí es cuando comienza realmente todo el proceso, lo de menos es la curación de las heridas producidas por la operación, lo más duro es enfrentarte a una nueva vida donde hay todo un mundo por descubrir, padecer, acomodarte, tolerar y muchisimas veces no comprender que es lo que te está pasando: ¿por qué pierdes tanto peso? ¿por qué no puedes comer ni beber? ¿por què te cansas tanto...?
Próximo artículo: El tratamiento coadyuvante.
Página muy interesante para informarte sobre el cáncer gástrico
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