3.- LUCHAR DE NUEVO POR LA VIDA


Al salir del hospital a finales de enero tenía claro que me quedaba un camino difícil y duro. El tratamiento de quimio y radio había sido interumpido por tener el esófago quemado por la radioterapia.

Me acompañaba el tratamiento con Ziverel y una contínua snsación de náuseas y salivación de una especie de mucosidad y a veces vómitos de bilis ácidas. No tenía ninguna gana de comer, a pesar de ello intentaba comer alimentos ligeros (me venían muy bien las galletas) y cuando tenía reflujos y dificultades en la "digestión" en los intestinos me tomaba un sobre de Sucralfato (ya no existe en España pero si en Portugal, así que allí fuimos a comprarlo).
La vitamina B12 y otros compejos vitamínicos los tomo por las mañanas  de momento me van muy bien, aunque tengo una fuerte sensación de cansancio siempre.

El mes de febrero y el de marzo fueron muy duros para mí y mi familia, la pérdida de peso continuaba a ojos vistas y llegué a bajar a los 70 kilos ( 5 meses antes pesaba 91) no veía el momento de llegar a una normalidad en las comidas.

Por suerte no tenía dolores, pero sí molestias a la altura del esófago, sensación de no poder tragar, una especie de ahogo, malestar que te hacía rechazar cualquier tipo de alimento y , sobre todo, la imposibilidad de beber agua, aunque bebía Acuarius o similares (agua con vitamina C, Nestea con mango...) a sorbos pequeños. Me normalicé en los desayunos (siempre he tolerado bien el café y la leche y el pan).

Me recetaron batidos (Multicentrum) que toleraba muy mal y me los cambiaron por otros que no estaban demasiado mal (Fresubin) y me aportaban 300 kcalorias, empecé tomando uno a media mañana y otro por la tarde. El hecho de tomar batidos me quitaba aún más las ganas de comer. Estos batidos los tomé con regularidad hasta el mes de junio que empecé a tomarlos solo por la mañana o por la tarde, incluso los dejé de tomar el día que iba a salir y tomar algo fuera de casa porque era la unica manera de tener algo de "hambre", que nunca tengo.

En abril comencé a comer algo más, aunque los alimentos no me "servían" para poner peso; a finales de abril pesaba 68 kilos. La endocrina no le dió  mayor importancia a esta pérdida, aún había margen para encontrarse en el normopeso, ni tampoco se alteró ante la continua falta de energía que presentaba, sobretodo después de comer que me quedaba "desconectado".

Mayo, junio y julio sigo con la misma evolución, los días buenos sin malas sensaciones son más que los malos, aunque hay días en los que es imposible comer nada. Han desaparecido  la sensación de náusea y las salivaciones. En junio he hecho algo de jercicio qu me ha venido muy bien aunque me canso mucho. Sigo bajando de peso, aunque con menos intensidad, a finales de julio peso 66 kilos.

El 29 de julio he tenido revisión del oncólogo y los análisis están muy bien, sin alteraciones. El TAC sale "limpio" .
Estamos en agosto de 2019, he pasado una vacaciones con la familia en la playa, he comido de todo y bebido alguna cerveza ( no me entra más de una caña aunque quiera), aunque sigo sin las ganas de comer ni de beber de antes. No existe la necesidad de tomar alimentos ni de beber, ni esa "sensación" de antes de la operación cuando decias: "Me apetece una cerveza" o un buen filete... pero quizás por el recuerdo te planteas que debes comer y  beber, aunque sea de manera menos placentera. Apenas tomo los batidos.
Es cierto que muchas veces en los primeros bocados te entran ganas de dejar de comer porque los alimentos parecen que se "atascan" pero bueno sigues, respiras hondo y poo a poco comienzan  a pasar. A veces acabo de comer y me siento acalorado y sudoroso en la zona del vientre, me tumbo un rato ( con la espalda recostada 45º) y pasa esa sensación al rato.

Es cuestion de paciencia y no desesperarse, seguramente no volveré a la situación inicial previa a la operación, pero la evolución es buena y espero que sea lo más parecido a como estaba antes.

No sé lo que peso, no me peso, estoy menos cansado aunque cualquier exceso de activdad se nota y mucho. A finales de septiembre tengo revisión de endocrina, a ver qué me dice.
#seguimos.




Comentarios

  1. Muchas gracias buen hombre por contar un poquito de su nueva vida ,pues pasamos por casos similares al leerlo me siento identificada,ya no me siento que soy la unica que batalla con la comida gracias por su escrito,por favor no deje de hacerlo pues es como escucharlo y no sentirme que nadie me entiende.

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